Súper-prepollos iniciales: Concepto de soya limpia y algunas matemáticas básicas
Darles un buen inicio en la vida a los animales es irremplazable. Lo que sucede en las primeras etapas del crecimiento prepara el terreno para el rendimiento posterior. Asistí y presenté una conferencia de USSEC a principio de año y, en ese mismo evento, el profesor Ravindran de la Universidad de Massey presentó diapositiva tras diapositiva sobre los efectos negativos asociados con la nutrición inadecuada durante los primeros días de alimentación de los pollos engorde. La arquitectura intestinal y el peso muscular del pecho no se recuperan en algunos casos, aunque el peso corporal pueda ser el mismo al final de la producción. Esto significa que las aves solo pueden recuperarse en términos de aumento de peso, pero no en relación con el producto final vendible (pechuga de pollo).
Luego de la conferencia, leí acerca del “concepto de la soya limpia” para las dietas de pollos de engorde (llamados “súper-prepollos iniciales” por el autor). Aunque contiene mucha información buena, la premisa básica de la “soya limpia” es uno que comentamos aquí todo el tiempo: las harinas de soya con factores antinutricionales adecuadamente desactivados. La extrusión seca de alta fricción reduce de manera efectiva y predecible estos antinutrientes naturales de la soya, para producir harinas de alta calidad, ricas en proteínas y energía (lea este debate en blogs anteriores aquí y aquí).
Esto me hizo pensar en la importante fase de crecimiento temprano en relación con todo el período de alimentación de un pollo de engorde. Tomé algunos datos del documento que detallé antes y realicé algunos cálculos simples.
El objetivo de los primeros 3 días de la producción de pollos de engorde es hacer que las aves consuman más de 50 g de pienso entero. Supongamos que el 30 % de ese pienso es harina de soya. Entonces, las aves consumen 15 g de harina de soya en los primeros 3 días de vida.
Supongamos también que las aves consumen, en promedio, 90 g de pienso entero por día y el período total de crecimiento antes de adquirir el peso de mercado es de 49 días. Una vez más, mantengamos un 30 % como inclusión estimativa de harina de soya en la dieta completa. Eso da un total de 1323 g de harina de soya consumidos por ave.
Entonces, los primeros 3 días de producción representan tan solo el 1 % del consumo total de harina de soya. Por lo tanto, no es sabio centrarse en cualquier cosa que no sea la calidad de la harina de soya, con factores antinutricionales adecuadamente desactivados, durante esta fase de crecimiento, porque representa una pequeña parte del total.
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